lunes, noviembre 07, 2011

#Occupy Wall Street y "Los Indignados"

En fechas anteriores a través de Twitter (@juancarlosruize), comenté que mi próxima entrega sería sobre el movimiento #Occupy Wall Street (OWS) y el movimiento de los indignados a nivel mundial.

El movimiento OWS, es una protesta en contra de las desigualdades sociales y económicas, la avaricia corporativa, corrupción e influencia sobre los gobiernos (particularmente del sector financiero y los "lobbyistas"). El eslogan de la protesta, "Somos el 99% - We are the 99%", hace referencia a la diferencia en la riqueza e ingreso entre el 1% más rico y el resto de la población de los Estados Unidos.

Esta forma de protestas sociales, cobra vida en fechas recientes (17 de septiembre de 2011) y se puede sentir como la primera protesta masiva en los Estados Unidos desde aquellas en la década de los 60 que protestaban a favor de los derechos civiles; una sociedad americana generalmente pasiva, pero que al ver los sucesos y consucuencias de movimientos civiles pacíficos y violentos en diferentes naciones del orbe, en especial en el Medio Oriente y Norte de África, se da cuenta que es momento de hacer algo, de decir ya basta, es hora de hacer un cambio.

Si a mi algo me gusta para cualquier discusión en la que participo, es siempre tener cifras a la mano; me gusta hablar con hechos y no con palabras. Facts, facts, facts...

El movimiento pone el dedo sobre la llaga de lo sucedido en Estados Unidos y el resto del mundo con la crisis financiera de 2008, la cual a la fecha ha costado cerca de $20,000,000,000,000 USD (Veinte billones de dólares para nosotros en México).

Para ir entendiendo, les voy a poner primero un ejemplo. Islandia, isla localizada en el Atlántico Norte, tiene una población de 320,000 hab., un Producto Interno Bruto (PIB) de $13,000,000,000 USD (Trece mil millones de dólares - MMDD) y pérdidas bancarias por $100,000,000,000 USD (Cien mil millones de dólares).

Hasta hace poco, Islandia era modelo en el mundo por su tasa de crecimiento económico, su bajo desempleo, su alto estándar de vida y bajísimo nivel de endeudamiento público. Modelo de primer mundo por su infraestructura, producción de energía limpia, producción de alimentos, pesca basada en el sistema de cuotas (no se puede pescar más de lo permitido), poco crimen, excelente educación, buenos servicios de salud; un buen lugar para construir una familia.

Pero en el año 2000, el gobierno inició una serie de desregulaciones que tuvo consecuencias catastróficas. Primero para el medio ambiente y luego para la economía. Empezaron permitiendo la instalación de grandes transnacionales como Alcoa, para construir grandes plantas de fundición de aluminio y explotar las interminables fuentes de energía geotérmica e hidraúlica de Islandia.

Al mismo tiempo se privatizaron los 3 bancos más grandes de la isla. El resultado fue uno de los experimentos más puros de desregualción jamás llevados a cabo. Las finanzas controlaron todo y más o menos destruyeron al país. En un periodo de 3 años, estos pequeños bancos que nunca habían operado fuera de la isla, pidieron préstamos por $120 MMDD, 10 veces más que el tamaño de la economía completa del país. Los banqueros se hicieron ricos e hicieron ricos a sus amigos; se creó una burbuja. El mercado de valores creció casi 9 veces, los precios de las casas casi se duplicaron.

Los bancos crearon fondos de mercado de dinero. Y los bancos aconsejaron a los depositarios a invertir en estos fondos. Este fraude de pirámide requería de mucho dinero. Firmas como KPMG auditaron a los bancos islandeses y no encontraron nada fuera de lo ordinario; incluso las agencias calificadoras americanas elogiaron a Islandia, al grado de otorgar a los bancos y firmas de inversionistas la calificación más alta: AAA.

Cuando los bancos islandeses se hundieron en 2008, el desempleo se triplicó en 6 meses. Todo mundo fue afectado. Incontables casos de personas que perdieron todos sus ahorros. Las autoridades reguladoras que debían proteger a los islandeses no hicieron nada. Pero este es un problema universal, pasó lo mismo en Nueva York, Londres, Hong Kong, Tokio, etc.

Había ganacias privadas masivas y pérdidas públicas gigantescas. Cuando empiezas a pensar que puedes crear algo de la nada, es difícil resistirlo. Los reguladores no hicieron sus trabajo. Tenían el poder de imponer las decisiones que el pueblo necesitaba, pero simplemente no quisieron hacerlo.

Todo comenzó el 15 de septiembre de 2008, cuando Lehman Brothers tuvo que declararse en quiebra, y otro más, Merryll Lynch fue obligado a venderse y sobrevino el colapso de la companía aseguradora más grande del mundo, AIG. Se hablaba ya de una crisis financiera. El Dow Jones perdió 777 puntos en un día, la mayor pérdida de su historia en un solo día.

El resultado fue una recesión global que le costó al mundo billones de dólares, dejó 30 millones de desempleados, duplicó la deuda nacional de los Estados Unidos y envío a 50 millones de personas debajo de la línea de pobreza. Una crisis extremadamente cara. Esta crisis no fue accidental. Fue causada por una industria fuera de control.

Desde la década de los 80, el ascenso del sector financiero de los EEUU llevó a una serie de crisis financieras severas. Cada crisis ha causado más daños mientras que la industria ha ganado más y más dinero.


¿Cómo llegamos aquí?

Después de la Gran Depresión (1929), EEUU tuvo 40 años de crecimiento económico sostenido sin una sola crisis financiera. La industria financiera estaba muy regulada. La mayoría de los bancos eran negocios locales y tenían prohibido especular con los ahorros de los depositarios. Los bancos de inversiones que manejaban acciones y bonos eran pequeñas sociedades privadas, donde los socios ponían el dinero y obviamente los socios lo vigilaban muy de cerca; querían vivir bien pero no apostar toda su fortuna. 

Morgan Stanley en 1972 tenía alrededor de 110 empleados en total, una oficina y un capital de $12 MDD. Ahora, Morgan Stanley tiene 50,000 empleados, oficinas en todo el mundo y un capital de miles de millones de dólares. En los 80, la industria financiera se disparó. Los bancos de inversiones se hicieron públicos y adquirieron mucho capital. Las personas de Wall Street se empezaron a hacer ricas. 



En 1981, el presidente Ronald Reagan, nombró como Secretario del Tesoro al CEO del banco de inversiones Merryll Lynch, Donald Regan. La administración de Reagan, apoyado por economistas y cabilderos, inició 30 años de desregulación financiera. En 1982, se desreguló a las compañías de ahorros y préstamos permitiéndoles hacer inversiones riesgosas con los ahorros de los depositarios. Al final de la década, cientos de esas compañías habían quebrado. Esta crisis costó a los contribuyentes $124 MMDD y a muchas personas los ahorros de toda su vida.

Miles de ejecutivos fueron a la cárcel por saquear a sus compañías. Uno de los casos más extremos fue el de Charles Keating. En 1985, cuando los reguladores comenzaron a investigarlo, Keating contrató a un economista llamado Alan Greenspan. En su carta a los reguladores, Greenspan alabó los conocimientos y habilidades de Keating y dijo que no era riesgoso dejar a Keating invertir los depósitos. Se reporta que Keating le pagó a Greenspan $40,000 USD. Charles Keating fue a la cárcel poco después. En cuanto a Alan Greenspan, el presidente Reagan lo nombró presidente de la Reserva Federal. Greenspan conservó su trabajo bajo los presidentes Bush Sr., Clinton y Bush Jr.

Bajo la administración de Clinton, la desregulación siguió bajo el mando de Greenspan, el Secretario del Tesoro, Robert Rubin, ex-CEO del banco Goldman Sachs, y Larry Summers, un profesor de economía de Harvard. A final de los 90, el sector financiero se consolidó en varias firmas enormes, cada una tan grande que su quiebra podía amenazar al sistema completo. La administración de Clinton les ayudó a crecer aún más. 

En 1998, Citicorp y Travelers se unieron para formar Citigroup, la companía financiera más grande del mundo. La fusión violó la Ley Glass-Steagall, pasada después de la Gran Depresión, que impedía a los bancos con depósitos que participaran en actividades de bancos de inversión. Era ilegal la adquisición de Travelers. Greenspan no dijo nada y la Reserva Federal les dió una exención de 1 año y luego lograron la aprobación del Congreso, en 1999, apremiado por Summers y Rubin, de la Ley Gramm-Bleach-Bliley (Ley de Alivio para Citigroup). Dicha ley cancelaba la Glass-Steagall y abría la puerta para futuras fusiones. Robert Rubin ganaría después $126 MDD como Vicepresidente de Citigroup.

La siguiente crisis llegó al final de los 90. La banca de inversión generó una burbuja en acciones de Internet seguida por un desplome en 2001, que produjo $5 billones de dólares (BDD) en pérdidas de inversión. La Comisión de Valores e Intercambio (SEC por sus siglas en inglés), la agencia creada para regular la banca de inversión no había hecho nada. 

La investigación de Eliot Spitzer (ex-procurador de Nueva York, ex-gobernador de Nueva York), reveló que la banca de inversión promovió compañías que ellos sabían que iban a fracasar.



La paga de los analistas dependía de cuántos clientes traían, y lo que decían al público era muy distinto a lo que decían en privado. En diciembre de 2002, 10 grandes firmas llegaron a acuerdos y pagaron multas por $1.4 MMDD



Desde que empezó la desregulación, las firmas financieras han lavado dinero, hecho fraudes y alterado sus libros una y otra y otra vez.





Credit Suisse fue multado por $536 MDD por lavado de dinero de Irán. Citibank sacó $100 MDD de México, dinero proveniente de cárteles mexicanos. Entre 1998 y 2003, Freddie Mac y Fannie Mae, fueron multados con $525 MDD por exagerar sus ganancias por más de $10 MMDD. El CEO de Fannie Mae, Franklin Raines, quien fungió como Director de Presupuesto de la administración Clinton, recibió bonificaciones por más de $52 MDD. Cuando UBS ayudó a personas a evadir impuestos, fue multada con $780 MDD y además se rehusó a cooperar con el gobierno de los EEUU.



Al principio de los 90, la desregulación y los avances en tecnología, llevaron a una explosión de productos financieros llamados derivados. Los economistas y banqueros decían que volvían a los mercados más seguros. Pero en vez de eso, los volvieron inestables.

Desde el fin de la Guerra Fría, muchos físicos y matemáticos decidieron aplicar sus talentos a los mercados financieros. Y junto con los bancos de inversión y los fondos, crearon, como lo dijo Warren Buffet, armas de destrucción masiva. Usando derivados, los banqueros podían apostar en lo que fuera. Podían usarlos en la fluctuación de los precios del petróleo, la quiebra de una compañía e incluso el clima. Al final de los 90, el mercado de derivados, era un mercado sin regular de $50 BDD.

En 1998, la Comisión de Bolsa de Futuros (CFTC - Commodities Futures Trading Commision), trató de regularlos mediante una propuesta emitida en mayo de 1998. El Departamento del Tesoro, inmediatamente tuvo una respuesta: eran Larry Summers y 13 banqueros que detuvieron la propuesta. Los bancos ya dependían enormemente de estos instrumentos para generar utilidades. Greenspan, Rubin, y el presidente de la SEC, Arthur Levitt, condenaron conjuntamente a la CFTC, y recomendaron al Congreso, mantener a los derivados como productos desregulados.

Después de dejar el Senado, Phil Gramm (quien propuso la Ley Gramm-Leach-Bliley) se convirtió en Vicepresidente de UBS; su esposa Wendy es miembro del Consejo de Administración en Enron desde 1993. Larry Summers ganó $20 MDD como asesor de un fondo que dependía de los derivados. 

En diciembre de 2000, el Congreso aprobó la Ley de Modernización de Futuros, escrita con la ayuda de cabilderos de instituciones financieras, prohibía la regulación de los derivados. Después, todo se disparó, o como dirían, all hell broke loose.

Para cuando George W. Bush asumió el poder en enero de 2001, el sector financiero de los EEUU, era mucho más redituable y poderoso que antes. Dominando la industria estaban 5 bancos: Goldman Sachs, Morgan Stanley, Lehman Brothers, Merryll Lynch y Bear Stearns; 2 conglomerados financieros: Citibank y JP Morgan; 3 aseguradoras: AIG, MBIA y AMBAC; y 3 agencias calificadoras: Moody's, Fitch y Standard & Poor's.

Ligándolas a todas estaba la cadena de bursatilización, un nuevo sistema que conectaba billones de dólares en préstamos con inversionistas de todo el mundo.



Hace 30 años, si alguien solicitaba un préstamo bancario para una casa, el prestamista esperaba que le pagaras de regreso el préstamo. Ahora, mediante la bursatilización, la gente que hizo el préstamo no corre riesgos si no le pagas. En el sistema viejo, cuando un dueño de casa pagaba su hipoteca, el dinero iba a su prestamista local. Como eran préstamos a largo plazo, el prestamista era cuidadoso. 



En el nuevo sistema, el prestamista vendía las hipotecas a los bancos de inversión. Los bancos de inversión combinaban hipotecas y otros préstamos; automotrices, para estudiantes, tarjetas de crédito, para crear complejos derivados llamados Obligaciones de Deuda Colateralizada (CDO - Collateralized Debt Obligation). Los bancos de inversión después vendían los CDO's a los inversionistas. Ahora cuando el dueño de una casa pagaba su hipoteca, su dinero iba a parar en manos de inversionistas de todo el mundo.

Los bancos de inversión pagaban a las agencias calificadoras para evaluar los CDO's y muchos de ellos recibieron la calificación más alta: AAA.



Los CDO's se volvieron populares con los fondos de retiro, que sólo podían comprar valores de alta calificación. Este sistema era una bomba de tiempo. A los prestamistas no les importaba si el deudor podía pagar o no, así que comenzaron a hacer inversiones más riesgosas. A los bancos de inversión tampoco les importaba, pues entre más CDO's vendían, más grandes eran sus utilidades. Y las agencias calificadoras, pagadas por los bancos de inversión, no tenían resposabilidad alguna si sus calificaciones de CDO's estuvieran erradas. No había responsables, no había restricciones.

Entre 2000 y 2003, el número de préstamos hipotecarios anuales se cuadruplicó.



A principio de la década del 2000, hubo un gran aumento de préstamos riesgosos, llamados subprime. Cuando combinaron miles de préstamos subprime para convertirlos en CDO's, muchos de ellos aún recibieron calificación AAA. Los bancos de inversión preferían los préstamos subprime porque conllevaban altas tasas de interés.

Esto produjo un aumento masivo de préstamos abusivos. El prestatario era puesto sin necesidad alguna en un préstamo subprime caro, y muchos de esos préstamos fueron a personas que no podían pagarlos. En muchas ocasiones, el prestatario obtenía hasta más del 90% del valor de su propiedad en dichos préstamos, lo que ocasionaba que con las altas tasas de interés los préstamos se volvieran impagables.



viernes, agosto 12, 2011

Las operaciones de la CIA en México


Para los que no recuerdan, o para los que ahora se dan golpes de pecho (como los Senadores) por la supuesta “nueva” intromisión de la Central Intelligence Agency (CIA) y la Drug Enforcement Agency (DEA) en operaciones de inteligencia contra grupos de delincuencia organizada en México, basta sólo recordar algunos sucesos involucrando aeronaves de la primera en operaciones de transporte de prisioneros de guerra desde Irak hacía la Base de la Bahía de Guantánamo, Cuba así como operaciones de trasiego de droga desde Venezuela y Colombia hacía México.

El 10 de abril de 2006, un jet comercial DC-9, matrícula N900SA, efectúa un aterrizaje de “emergencia” en el aeropuerto de Ciudad del Carmen, Campeche. El N900SA se caracterizaba por tener el esquema de pintura oficial del gobierno de los Estados Unidos, el distintivo azul sobre blanco. Incluso, el logo pintado a un costado de la puerta de la aeronave, tenía un sello similar a aquel empleado en aeronaves oficiales, que detentaba la leyenda: “Skyway Aircraft – Protection of America’s Skies”, alrededor de una imagen del águila federal agarrando unas flechas y unas ramas de olivo en sus patas.

 


Muchas personas en realidad creyeron que se trataba de un avión propiedad de los no tan afamados Transportation Security Administration (TSA), cuestionados hoy en día por ser la agencia a cargo de la seguridad en los aeropuertos de la Unión Americana que constantemente viola las garantías individuales de aquel viajero que pone un pie sobre suelo norteamericano en uno de sus aeropuertos, con revisiones corpóreas dignas de cualquier prisión, incluyendo a veces, las ya famosísimas “cavity searches” o búsquedas en cavidades; los dejo a su imaginación.

Pero eso no es lo relevante de la aeronave en cuestión (N900SA). Lo importante aquí, es que dicha aeronave al ser registrada por autoridades mexicanas, contenía en su interior, 128 maletas idénticas acomodadas cual viajero de primera clase, en los asientos del jet, equipaje que cargaba en su interior 5.5 toneladas de cocaína; la procedencia – Caracas, Venezuela. Destino final – Toluca, Estado de México. 

Bien dicen los conocedores de las revolturas de la CIA: 
“El aeropuerto de Maiquetía (Caracas) es para los narco-pilotos lo que Memphis, TN, es para FedEx; puerto base, lugar de negocios y tierra madre”.



La aeronave bautizada por diferentes medios de comunicación como “Cocaine One” en perfecta alusión al avión del Presidente de los Estados Unidos, fue abandonada en plataforma, dándose a la fuga sus tripulantes. El único detenido fue el piloto venezolano Carmelo Vásquez-Guerra, quien misteriosamente fue puesto en libertad por el gobierno mexicano dos años después de ser detenido. ¿DOS AÑOS por transportar 5.5 toneladas de cocaína? Sólo en México; creo que un asaltante de tiendas de conveniencia purga una sentencia mayor.

¿Y los propietarios de la aeronave? ¿Por qué nunca fueron detenidos por autoridades de los Estados Unidos y llevados a juicio? Bueno pues Skyway Aircraft, pertenece en parte, a Richard Rainwater, billonario norteamericano y el principal contribuidor a las campañas tanto a Gobernador de Texas como Presidente de los Estados Unidos, de George W. Bush. Pero, ¿cuál es la misión de Skyway Aircraft? Pues ninguna, ya que la compañía nunca fue un verdadero negocio, en el sentido de que una corporación se forma con fines de lucro y obtener ganancias para sus accionistas. Todo lo contrario, Skyway perdió $40 MDD en tres años siendo su único logro, el amasar una mini-flota (sólo 2) de aeronaves DC-9 (N900SA y N120NE), pintadas para resemblar aeronaves pertenecientes al recién creado entonces, Departamento de Seguridad Interior (Department of Homeland Security – DHS). Cabe mencionar que Skyway Aircraft detentaba como su dirección aquella del hangar de Huffman Aviation, la escuela de aviación en la cual Mohammed Atta y sus compinches fueron entrenados para estrellarse un 11 de septiembre de 2001 contra el World Trade Center en Nueva York.

A la fecha no ha habido ni una sola palabra acerca de una aeronave registrada en los Estados Unidos llevando carga valuada en más de $500 MDD de cocaína destinada al país vecino del norte. Suena raro, ¿no creen? En el lobby de la CIA, en Langley, Virginia, hay una inscripción que dice: “Conocerás la verdad, y la verdad te liberará”.

Basados en el aeropuerto internacional de Clearwater–St. Petersburg, FL, ambos “Cocaine One” y su hermano gemelo, el N120NE, fueron usados por el titular de los servicios de aviación de la CIA para transportar misiles guiados TOW (Tube launched, Optically tracked, Wire command data link) al régimen del Ayatola Khomeini en Irán, como parte del escándalo Irán/Contras.

18 meses después del incidente en Ciudad del Carmen, Campeche, la historia de las operaciones de la CIA nos remonta a un 24 de septiembre de 2007, cuando un jet ejecutivo Gulfstream II, matrícula N987SA, se precipitó a tierra cerca de Mérida, Yucatán. El jet ejecutivo se encontraba circulando el pueblo de Tixkokob, Yucatán, cuando aparentemente se quedó sin combustible cayendo a tierra. Ciudadanos de esta localidad dieron aviso a las autoridades civiles y militares y cuando arribaron al lugar del accidente se percataron que el avión se encontraba partido en tres piezas con 132 maletas llenas con 3.7 toneladas de cocaína pura.



Las autoridades mexicanas determinaron que el cargamento de cocaína tenía como destinatario a los cárteles de la droga mexicanos y se enfocaron en obtener información acerca del propietario de la aeronave. Las investigaciones preliminares sobre el propietario del jet Gulfstream II, matrícula N987SA, bautizado como “Cocaine Two”, apuntaban a re-abrir otro escándalo tipo Irán/Contras – CIA.



El mismo avión (N987SA) había sido usado por la CIA para transportar prisioneros musulmanes hacía la Bahía de Guantánamo, Cuba en 2003, 2004 y 2005. La CIA se caracteriza por hacer uso de un número significativo de empresas fantasma como frente de sus operaciones encubiertas. Así mismo, cuando registran sus aviones, utilizan una serie de complejos “cambios de propietarios” con la Federal Aviation Administration (FAA) para hacer más difícil aún la identificación del real propietario de las aeronaves que se utilizan en sus operaciones.

El Gulfstream II, N987SA, primero se rastreó hasta William Achenbaum, un importante magnate de los bienes raíces en Nueva York. Achenbaum afirmó que el avión era administrado por Air Rutter International, que de acuerdo a información del New York Post (CRASH JET HAD AIR OF MYSTERY), es propiedad de Arik Kislin, de Long Island, NY. Kislin y Achenbaum son socios del Hotel Gansevoort en Nueva York (SHADY INN CROWD). Arik Kislin es sobrino de Semyon Kislin quien es identificado por el Centro de Integridad Pública como un poderoso miembro de la Mafia Rusa (iWatch News).

La familia Kislin efectuó contribuciones monetarias muy fuertes a las campañas políticas del ex-alcalde de Nueva York, Rudolph “Rudy” Giuliani, así como a la campaña de la pre-candidatura presidencial de la entonces Senadora Hillary Clinton.

William Achenbaum declaró que vendió el avión el día 30 de agosto de 2007 (misteriosamente tres semanas antes del accidente; avión de su propiedad desde 2001) a una compañía de Florida llamada Donna Blue Aircraft, Inc., propiedad de los brasileños Joao Luiz Malago y Eduardo Dias Guimares. Los dos sudamericanos alegan que ellos vendieron el avión el 16 de septiembre de 2007 a Clyde O’Connor y Greg Smith de Fort Lauderdale, FL. Cabe resaltar que Smith había laborado anteriormente como piloto del FBI, la DEA y la CIA.

Una visita a Donna Blue Aircraft, Inc., en Coconut Beach, FL, la compañía que supuestamente era la propietaria del jet N987SA, ha revelado que la dirección listada es una oficina vacía sin ninguna marca en el exterior. Técnicamente no existe.

Por otro lado, la FAA afirma que nunca fue informada de dichas operaciones de venta y que nunca se emitieron nuevos certificados de propiedad. Dos días después de la supuesta compra, la aeronave N987SA, despegó de Fort Lauderdale, FL hacía Cancún, México y luego hacía Río Negro, Colombia. El jet luego cargado con 3.7 toneladas de cocaína inició su viaje hacía Cancún, México, destino al que nunca arribaría y precipitándose a tierra del 24 de septiembre de 2007.

En las bitácoras de vuelo del avión así como registros de aeropuertos, se tienen fechas en las que el avión N987SA viaja hacía y desde la Bahía de Guantánamo, Cuba, mismas que pueden ser consultadas AQUÍ. El mapa abajo, realizado por el Consejo Europeo – Comité de Asuntos Legales y Derechos Humanos, muestra los diversos vuelos que esta (N987SA) y otras aeronaves, realizaron para la CIA.



Incluso, la actual Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton, realizó diferentes vuelos en la aeronave ligada a las rendiciones de prisioneros de la CIA y al crimen organizado, durante su campaña como pre-candidata presidencial.

¿Qué tenemos 5 años después? Dos aviones norteamericanos ligados a la CIA incautados, casi 10 toneladas de cocaína, ningún responsable de ambos acontecimientos y más importante, en Estados Unidos nadie hizo nada incorrecto; nadie fue a la cárcel.

Por cierto, señores legisladores, no se rasguen las vestiduras y no quieran hacer escándalo sobre la presencia de agentes de la DEA y CIA en México, presentes en nuestro país desde tiempos del Presidente Gustavo Díaz Ordaz (Litempo-8) y del Presidente Luis Echeverría Álvarez (Litempo-14); cercanos colaboradores e informantes de “La Compañía” como los muchachos (The Boys) llaman a la CIA.



¿O qué acaso señores legisladores, no son ustedes una de las ramas de los tres Poderes de la Unión que fueron creadas con el propósito de que el poder se autocontrole y así evitar la tiranía? No lo digo yo, lo dijo Charles de Secondat, Barón de Montesquieu, en su obra El Espíritu de las Leyes.

miércoles, julio 27, 2011

Los peligros de la moratoria de pagos en EEUU

Por un momento (como 5 años) olvidé por completo que tenía un blog. Lo siento, lo había olvidado. Pero afortunadamente, buscando entre los archivos de mi computadora, dí con el título del blog, así como nombre de usuario y contraseña. No pudo haber sido en mejor día, puesto que ayer, al escuchar el discurso del Presidente Barack Obama, sobre los riesgos de la moratoria de pagos (o default para ellos), la encrucijada otra vez a la que estamos sometidos como Nación, es inconcecible.

Es por eso que pongo a su disposición el discurso para que lo puedan re-enviar a quien consideren pertinente en virtud de poder crear conciencia colectiva sobre los problemas que aquejan indirecta y directamente a México sobre el tema en cuestión, puesto que la resolución de dicho tema (el default) puede acarrear una crisis de dimensiones inimaginables tomando en cuenta que la crisis de 2008-2009 tuvo un costo en los EEUU vía los rescates financieros (bailouts) de $4.6 trillones de USD y a nivel mundial de alrededor de $8.5 trillones de USD.

Lo grave de la situación actual de los EEUU es que su déficit actual ronda los $14.5 trillones de USD, más de lo que el mundo entero se gastó en el rescate financiero de 2008-2009, con $4.5 trillones de USD de deuda en manos extranjeras, quienes en cualquier momento pueden solicitar sus inversiones para llevarlas a otro lado, automáticamente cayendo en una insolvencia, puesto que las reservas físicas de la FED son de sólo $2.7 trillones de USD; no suma. Mayor información la pueden encontrar en U.S. Debt Clock con cifras muy completas.

Para complementar el archivo que pongo a su disposición, les recomiendo ver el documental "Inside Job", para poder comprender un poco más en la encrucijada en la que estamos metidos y qué fue parte de lo que la ocasionó.

Les dejo el video así como la transcripción del mensaje del Presidente Barack Obama:



Mensaje del Presidente a la Nación
“East Room”

Buenas noches. Hoy quiero hablar sobre el debate que hemos tenido en Washington acerca de la deuda nacional; un debate que afecta directamente las vidas de todos los americanos.

En la última década, hemos gastado más dinero del que recaudamos. En el año 2000, el gobierno tenía un superávit presupuestal. Pero en vez de usarlo para pagar nuestra deuda, el dinero se gastó en trillones de dólares de nuevas reducciones de impuestos, mientras que 2 guerras y un carísimo programa de drogas con prescripción médica simplemente fueron añadidos a la tarjeta de crédito de nuestra nación.

Como resultado, el déficit estaba en camino a alcanzar $1 trillón de USD el año en el que tomé posesión. Para empeorar la situación, la recesión económica significó que había menos dinero entrando, y a su vez, requería que se gastara aún más – en recortes fiscales para las familias de clase media para apoyar a la economía, en seguro de desempleo, en ayuda a los estados para prevenir que más maestros, bomberos y policías fueran despedidos. Estas acciones de emergencia también se añadieron a nuestro déficit. 

Ahora, toda familia sabe que poca deuda en una tarjeta de crédito es manejable. Pero si continuamos por el mismo camino, nuestra deuda creciente nos puede costar empleos y hacer serios daños a la economía. Más de nuestros impuestos irían a pagar intereses sobre nuestros préstamos. Será menos probable que los comercios puedan establecerse y contratar empleados en un país que no puede balancear sus libros contables. Las tasas de interés subirían para cualquiera que obtuviera un préstamo – la persona con una hipoteca, el estudiante con un préstamo estudiantil, la tienda de la esquina que se quiere expandir. Y no tendremos dinero suficiente para efectuar inversiones que creasen empleos in temas como educación e infraestructura, o pagar por programas vitales como Medicare y Medicaid.


Ya que ninguno de los dos partidos es inocente por las decisiones que llevaron a este problema, ambos partidos tienen la responsabilidad de resolverlo. Y a través de los últimos meses, eso es lo que hemos estado tratando de hacer. No lo voy a aburrir con los detalles de cada plan o propuesta, pero básicamente, el debate se ha centrado sobre dos diferentes propuestas.

La primera propuesta dice, vamos a vivir dentro de nuestras posibilidades efectuando serios e históricos recortes en el gasto gubernamental. Recortemos el gasto doméstico al nivel más bajo que ha estado desde que Dwight Eisenhower era Presidente. Recortemos el gasto de defensa en el Pentágono en cientos de billones de dólares. Recortemos los desechos y fraudes en programas de salud como Medicare – al mismo tiempo, hagamos ajustes moderados para que Medicare siga allí para futuras generaciones. Finalmente, vamos a pedir a los americanos más ricos y a las corporaciones más grandes que renuncien a algunos de sus beneficios en el código fiscal y deducciones especiales.

Esta propuesta balanceada pide a todos a dar un poco sin requerir que alguien tenga que sacrificar demasiado. Reduciría el déficit alrededor de $4 trillones de USD y nos pondría en un camino para pagar nuestra deuda. Y los recortes no serían tan abruptos que serían una carga en nuestra economía, ni nos prohibiría seguir ayudando a los pequeños negocios y a las familias de clase media para poder levantarse y recuperarse en este momento.

Esta propuesta también es bipartidista. Mientras que muchos en mi partido no están contentos con los recortes dolorosos que hace, están dispuestos a aceptarlos si la carga es distribuida equitativamente. Mientras que los republicanos quieren recortes más profundos y ninguna recaudación, hay muchos en el Senado que han dicho, “Sí, estoy dispuesto a dejar la política a un lado y considerar esta propuesta porque me importa resolver el problema.”. Y para darle crédito, ésta es el tipo de propuesta que el Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner (Republicano), estaba trabajando conmigo durante las últimas semanas.

La única razón por la que esta propuesta balanceada no está en camino a convertirse en ley ahora mismo es porque un número significativo de Republicanos en el Congreso están insistiendo en una propuesta diferente – una propuesta de sólo recortes – una propuesta que no les pide a los americanos más ricos o a las grandes corporaciones que contribuyan con algo. Y como no se le pide nada a aquellos con los ingresos más altos, tal propuesta cerraría el déficit con recortes más severos a programas que a todos nos importan – recortes que pondrían una carga aún mayor sobre las familias trabajadoras.

Así que el debate ahora mismo no se trata sobre si necesitamos efectuar decisiones difíciles. Demócratas y Republicanos están de acuerdo en el monto de reducción de déficit que necesitamos. El debate se centra en cómo lo debemos hacer. La mayoría de los americanos, independientemente de su partido político, no entienden, ¿cómo le podemos pedir a un adulto mayor que pague más por su Medicare antes que le pidamos al dueño de un jet privado o a las compañías de petróleo que renuncien a sus beneficios fiscales que otras compañías no reciben? ¿Cómo le podemos pedir a un estudiante que pague más por sus estudios antes que le pidamos a los dueños de los fondos de inversión que dejen de pagar impuestos a una tasa menor que la de sus secretarias? ¿Cómo podemos recortar la inversión en educación y energías renovables antes que pidamos a personas como yo, de renunciar a beneficios fiscales que no necesitamos y que nunca pedimos?

Eso no está bien. No es justo. Todos queremos un gobierno que viva dentro de sus posibilidades, pero aún así hay cosas por las que tenemos que pagar como país – cosas como nuevas vialidades y puentes; satélites de clima e inspección alimenticia; servicios a los veteranos e investigación médica.

Tengan en mente que bajo un esquema balanceado, el 98% de los americanos que ganan menos de $250,000 USD al año, no tendrán ningún incremento en sus impuestos en lo absoluto. Ninguno. De hecho, quiero extender el recorte al impuesto sobre la nómina a las familias trabajadoras. A lo que nos estamos refiriendo dentro de un esquema balanceado es pedir a los americanos cuyos ingresos son los que más se han incrementado durante la última década – millonarios y billonarios – que compartan el sacrificio que todo mundo tiene que hacer. Y yo creo que estos patriotas americanos están dispuestos a entrarle. De hecho, durante las últimas décadas, le han entrado cada vez que se pasó un acuerdo bipartidista para reducir el déficit. La primera vez que un acuerdo se aprobó, un predecesor mío fundamentó el caso de una propuesta balanceada diciendo esto:
“¿Usted preferiría reducir los déficits y las tasas de interés al incrementar la recaudación de aquellos que no están pagando lo que les corresponde, o preferirían aceptar mayores déficits presupuestales, mayores tasas de interés y mayor desempleo? Y yo creo que conozco su respuesta.”
Esas fueron palabras de Ronald Reagan. Hoy, muchos Republicanos en el Congreso se rehúsan a considerar este tipo de propuesta balanceada - una propuesta que no sólo fue perseguida por el Presidente Reagan, sino por el primer Presidente Bush, por el Presidente Clinton, por un servidor, y por muchos Demócratas y Republicanos en el Senado de los Estados Unidos. Así que estamos inmersos en un duelo.

Ahora, lo que hace a este duelo tan peligroso es que ha sido concatenado a algo que conocemos como techo de deuda – un término que la mayoría de las personas afuera de Washington probablemente nunca hayan escuchado antes.

Para entender – elevar el techo de deuda no permite al Congreso de gastar más dinero. Simplemente le da a nuestro país la capacidad de pagar las facturas que el Congreso ya tiene acumuladas. En el pasado, elevar el techo de deuda era rutinario. Desde los 50, el Congreso siempre lo ha aprobado, y todo Presidente lo ha firmado. El Presidente Reagan lo hizo 18 veces. George W. Bush lo hizo 7 veces. Y nosotros lo tenemos que hacer antes del próximo martes, agosto 2, o entonces no podremos pagar todas nuestras deudas.

Desafortunadamente, durante las últimas semanas, los miembros Republicanos del Congreso han dicho esencialmente que la única manera por la que votarían para prevenir la primera moratoria de pagos de los Estados Unidos en su historia, es si el resto de nosotros acordamos a su propuesta de recortes profundos al gasto presupuestal.

Si eso sucede, y nos declaramos en moratoria, no solo no tendremos dinero para pagar nuestras deudas – deudas que incluyen los cheques mensuales de Seguridad Social, beneficios a los veteranos, y los contratos gubernamentales que hemos firmado con miles de negocios.

Por primera vez en nuestra historia, nuestra calificación de crédito AAA sería degradada, dejando a los inversionistas alrededor del mundo con la duda si los Estados Unidos siguen siendo una buena apuesta. Las tasas de interés se irían al cielo en tarjetas de crédito, hipotecas o créditos automotrices, que se suma a un incremento enorme en la tasa impositiva al pueblo americano. Nos arriesgaríamos a detonar una crisis económica profunda – causada casi enteramente por Washington.

Así que declararnos en mora dentro de este debate sobre nuestras obligaciones es inconsiderado e irresponsable. Y los líderes Republicanos dicen que ellos están de acuerdo en que debemos evitar la moratoria. Pero la nueva propuesta que el Congresista Boehner reveló hoy, que temporalmente extendería el techo de deuda a cambio de recortes presupuestales, nos obligaría a enfrentar el riesgo de moratoria sólo dentro de 6 meses. En otras palabras, no resuelve el problema.

Primero que nada, una extensión de 6 meses del techo de deuda no sería suficiente para evitar una degradación en nuestra calificación crediticia ni evitar mayores tasas de interés que todos los americanos tendrían que pagar como resultado. Sabemos lo que hay que hacer para reducir nuestros déficits; no tiene caso poner la economía en riesgo mientras aventamos el problema hacia delante.

Pero aún hay un peligro más grande para esta propuesta. Basado en lo que hemos visto durante estas últimas semanas, todos sabemos que esperar dentro de 6 meses. La Cámara de Representantes se rehusaría otra vez a prevenir la moratoria a menos que el resto de nosotros aceptemos su propuesta de sólo recortes. Una vez más, se rehusarían a solicitarles a los americanos más ricos que renuncien a sus beneficios fiscales o deducciones. Una vez más, demandarían recortes muy fuertes a programas como Medicare. Y una vez más, la economía estaría cautiva a menos que se salgan con la suya.

Esta no es la manera de dirigir el mejor país del mundo. Es un juego peligroso que nunca antes hemos jugado, y no podemos darnos el lujo de hacerlo ahora. No cuando los empleos y el nivel de vida de las familiar están en juego. No podemos permitir que el pueblo americano se convierta en daño colateral de la guerra política de Washington.

El Congreso tiene una semana para actuar, y aún hay caminos adelante. El Senado introdujo un plan para evitar la moratoria, que efectúa un pago por adelantado en reducción de déficit y asegura que no tengamos que pasar por esto otra vez dentro de 6 meses.

Pienso yo que esa es una mejor propuesta, a pesar de que una seria reducción de déficit aún así requeriría enfrentar los difíciles problemas de una reforma fiscal. De cualquier manera, les he dicho a los líderes de ambos partidos que tienen que llegar a un compromiso justo en los próximos días que pueda ser aprobado en ambas Cámaras del Congreso – y un compromiso que yo pueda firmar. Soy confidente de que podemos llegar a este compromiso. A pesar de nuestras diferencias, los líderes Republicanos y yo hemos llegado a acuerdos mutuos en el pasado. Y yo creo que suficientes miembros de ambos partidos pondrán ultimadamente la política a un lado y nos ayudarán a progresar.

Ahora, estoy consciente de que muchos de los nuevos miembros del Congreso y yo no nos vemos la cara en muchas cuestiones. Pero todos fuimos electos por algunos de los mismos americanos por algunas de las mismas razones. Si, muchos quieren que el gobierno comience a vivir dentro de sus posibilidades. Y muchos están hartos de un sistema en el que la balanza parece cargada contra la clase media en beneficio de los más acaudalados. ¿Pero sabe usted cuál es el mayor hartazgo del pueblo?

Están hartos de una ciudad donde la palabra compromiso se ha convertido en una palabra vulgar. Ellos trabajan todo el día, muchos sobreviviendo, solo para poner comida en la mesa. Y cuando estos americanos llegan a su casa en la noche, cansados hasta los huesos, y encienden las noticias, todo lo que ven es el mismo circo partidista de tres pistas aquí en Washington. Ellos ven líderes que parece que no pueden llegar al sentido común y hacer lo necesario para hacer la vida un poco mejor para el americano promedio. Están ofendidos por ello. Y deberían estarlo.

El pueblo americano pudo haber votado por un gobierno dividido, pero no votaron por un gobierno disfuncional. Así que les pido a todos que hagan escuchar su voz. Si quieren una propuesta balanceada para reducir el déficit, háganselo saber a su representante en el Congreso. Si ustedes creen que podemos resolver este problema a través del compromiso, envíen ese mensaje.

Después de todo, los Estados Unidos siempre han sido un gran experimento en compromiso. Como una democracia hecha de todas las razas y religiones, donde las creencias y puntos de vista son bienvenidos; debemos de poner a prueba la historia y una vez más la propuesta en el corazón de nuestra fundación: que de muchos, somos uno. Nos hemos involucrado en debates pasionales y duros acerca de los temas del día, desde esclavitud a la guerra, de libertades civiles a preguntas sobre justicia económica, hemos tratado de vivir a través de las palabras que Jefferson alguna vez escribió:
“Todo hombre no puede salirse con la suya en todas las cosas – sin esta disposición mutua, somos individuos desconectados, pero no una sociedad.”
La historia está repleta de historias de aquellos que se mantuvieron firmes a ideologías rígidas y se rehusaron a escuchar a aquellos que no estaban de acuerdo. Pero esos no son los americanos que recordamos. Recordamos a los americanos que pusieron al país por encima de ellos, y pusieron sus quejas personales a un lado en beneficio del bien común. Recordamos a los americanos que mantuvieron unido a este país durante sus momentos más difíciles; que pusieron a un lado el orgullo y el partido para formar una unión más perfecta.

Esos son a los que recordamos. Esas personas son las que necesitamos ser ahora mismo. El mundo entero está viendo. Así que detengamos el momento para mostrar porque los Estados Unidos de América es aún la mejor nación en la Tierra – no sólo porque aún podamos mantener nuestra palabra y cumplir nuestras obligaciones, pero porque aún podemos juntarnos como una nación.

Muchas gracias, que Dios los bendiga y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América.





Barack Obama
Presidente de los Estados Unidos
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CONCLUSIÓN: Dios nos agarre confesados

El mensaje original lo puedes encontrar en White House - Press Office para corroborar que lo arriba traducido en una copia fiel e íntegra y que no contiene puntos de vista personales del que escribe este blog.